sábado, 14 de junio de 2008

INTERNET


Es un sistema mundial de redes de computodoras, un conjunto integado por las diferentes redes de cada pais fque puede accesar informacion de otras computadoras y poder terner inclusive comunicacion directa con otros usuarios en otras computadoras:
Hoy en dia los sebicios mas usados en internet son: correo electronico, word wide wed, FTP, grupo de noticias, IRC y sevicios de telefonia.
los serbicios de telefonia son las ultimas aplicasiones que an aparecido por internet.
http://www.anaymia.com/

sábado, 19 de abril de 2008

CENTAUROS



Centauro


Los centauros eran hijos de Ixion, rey de Tesalia que había tenido la audacia de desear a Hera, y de una nube creada por Zeus a imagen de la diosa. Son unos seres mitad hombre y mitad caballo que viven en la naturaleza agreste; se alimentan de carne cruda y cazan a sus presas armados de palos y piedras. Sus costumbres suelen ser brutales, sobre todo en relación con las mujeres y cuando están bajo los efectos del vino. Invitados a las bodas de Pirítoo, rey de los lapitas, se emborracharon e intentaron violar a la novia y a las mujeres que habían asistido a la ceremonia. Los lapitas consiguieron vencerles en un terrible combate y los expulsaron de Tesalia. La batalla de los centauros y los lapitas es un motivo frecuentemente representado en los templos y simboliza el triunfo de la civilización sobre la barbarie. El centauro Neso intentó violar a Deyanira, esposa de Heracles, quien persiguió al ofensor y consiguió atravesarle con una flecha. Antes de expirar, Neso convenció a la crédula joven de que recogiese su sangre y se sirviese de ella como filtro de amor. Deyanira, convencida de que así conservaría para siempre el amor de su esposo, le ofreció una túnica que había teñido con la sangre del centauro. Cuando Heracles se la puso, esta se pegó a su cuerpo produciéndole atroces quemaduras que llevaron al héroe al suicidio. La tradición ha conservado el nombre de otros centauros: Folos, que ofreció a Heracles una generosa hospitalidad, y Quirón, famoso por su ciencia y su sabiduría, a quien se confió la educación de Aquiles. Ambos ilustran el polo positivo de estos seres míticos caracterizados por su ambigüedad, que asocian una parte de animalidad, por lo tanto de naturaleza, y otra de humanidad, es decir, de cultura. Las centauresas (femenino de centauro) no tienen tradición literaria. Son una invención del pintor Zeuxis (siglo V a. C.), a quien siguieron cierto número de artistas, especialmente en Pompeya.

LOS DUENDES

El origen de los duendes

Un duende es una criatura mítica perteneciente a la mitología pagana germánica que todavía sobrevive en el folclore de Europa del norte. En la mitología de los nórdicos, estas criaturas eran originalmente consideradas como una raza de dioses de la naturaleza y de la fertilidad, aunque de menor importancia.
Los duendes son representados a menudo como hombres y mujeres jóvenes de gran belleza que viven en bosques y otros lugares naturales subterráneos, así como en pozos y fuentes.
Han sido retratados como seres longevos o inmortales que gozan de energías mágicas innatas. Después del éxito de la obra épica de J.R.R. Tolkien “El señor de los anillos”, donde existen personas sabias y angelicales llamadas duendes, estas criaturas juegan un rol cultural significativo y se han convertido en personajes obligados de la fantasía

Los duendes pueden ser clasificados en “duendes” y “elfos”. Cualidades extraordinarias asociadas a los duendes se califican a través de los adjetivos elfo o elfin, que significa “mágico”.
Con respecto a la pronunciación, la v de “elven” se refiere a los duendes clasificados como humanos (se les dice así por su menor estatura, y son propios de la mitología vikinga) mientras que la f en “elfin” alude a los elfos minúsculos (asociados fundamentalmente al folklore del Renacimiento y del Romanticismo).
Duendes y elfos adquieren también los siguientes nombres:- En Alemania: Elfen, Elben.- En Gran Bretaña: addler (aunque el vocablo ha quedado obsoleto). - En Países Bajos: Elfen, Alfen, Elven. - En Dinamarca: alfer, elvere, elverfolk, ellefolk o huldrer. - En Islandia: álfar, álfafólk y huldufólk (significa “gente que se oculta”). - En Noruega: alver, alfer o elvefolk. - En Suecia: alfer, alver o älvor (Älvor es también atribuido a las hadas). - En Italia: elfo o fata (Fata se atribuye solamente a las hadas).
EL AVE FENIX
El Ave Fénix o Phoenicoperus, como lo conocían los griegos, es un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Según algunos mitos, vivía en una región que comprendía la zona del Oriente Medio y la India, llegando hasta Egipto, en el norte de África.


Mitología [editar]
El mito del Ave Fénix, alimentó varias doctrinas y concepciones religiosas de supervivencia en el
Más Allá, pues el Fénix muere para renacer con toda su gloria. Fue citado por los sacerdotes egipcios de Heliópolis, el griego Heródoto, los escritores latinos Plinio el Viejo, Luciano, Ovidio, Séneca y Claudio Claudiano, o los cristianos Pablo de Tarso, San Epifanio de Salamina y San Ambrosio.
Según la leyenda cristianizada, el ave Fénix vivía en el Jardín del
Paraíso, y anidaba en un rosal. Cuando Adán y Eva fueron expulsados, de la espada del ángel que los desterró surgió una chispa que prendió el nido del Fénix, haciendo que ardieran éste y su inquilino. Por ser la única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un
nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo el mismo ave Fénix, siempre única y eterna. Esto ocurría cada quinientos años.

Antiguo dibujo del ave Fénix.
Para San Ambrosio, el ave Fénix muere consumido por el Sol, convertido en cenizas de las que renace, después de arder su cuerpo, como un pequeño animal sin miembros, un gusano muy blanco que crece y se aloja dentro de un huevo redondo, como si fuera una oruga que se vuelve mariposa, hasta que dejando de ser implume se transforma en un águila celeste que surca el firmamento estrellado.
Para Heródoto, Plinio el Viejo y San Epifanio de Salamina, esta sagrada ave sólo existía en Egipto y cada quinientos años aparecía en la ciudad de Heliópolis, llevando sobre sus hombros el cadáver de su padre, a donde este iba a morir, para depositarlo en la puerta del templo del Sol.
Para griegos y egipcios, era considerado un
semidiós. En Egipto, Bennu (Fenix) fue asociado a las crecidas del Nilo, a la resurrección, y al Sol. El Fénix ha sido un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, y la inmortalidad. Según el mito, poseía varios dones, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas.
Heródoto (siglo V adC), el historiador griego, escribió:
Otra ave sagrada hay allí que sólo he visto en pintura, cuyo nombre es el de fénix. Raras son, en efecto, las veces que se deja ver, y tan de tarde en tarde, que según los de Heliópolis sólo viene al Egipto cada quinientos años a saber cuándo fallece su padre. Si en su tamaño y conformación es tal como la describen, su mote y figura son muy parecidas a las del águila, y sus plumas en parte doradas, en parte de color de carmesí. Tales son los prodigios que de ella nos cuentan, que aunque para mi poco dignos de fe, no omitiré el referirlos. Para trasladar el cadáver de su padre desde la Arabia al templo del Sol, se vale de la siguiente maniobra: forma ante todo un huevo sólido de mirra, tan grande cuanto sus fuerzas alcancen para llevarlo, probando su peso después de formado para experimentar si es con ellas compatible; va después vaciándolo hasta abrir un hueco donde pueda encerrar el cadáver de su padre; el cual ajusta con otra porción de mirra y atesta de ella la concavidad, hasta que el peso del huevo preñado con el cadáver iguale al que cuando sólido tenía; cierra después la abertura, carga con su huevo, y lo lleva al templo del Sol en Egipto. He aquí, sea lo que fuere, lo que de aquel pájaro refieren.

DRAGONES DE LA EDAD MEDIA

Durante la Edad Media, los dragones fueron considerados símbolo de apostasía y de traición, aunque también de cólera y envidia. Los dragones de varias cabezas significaban decadencia, opresión y herejía, aunque también fueron considerados como emblema de independencia.
Muchos dragones representaban la Sabiduría. Matar un dragón era considerado un pasaporte a la riqueza, y la demostración de que un héroe era realmente hábil y astuto. Un ejemplo de esta simbología la encontramos en una famosa gesta épica germana: El Cantar de los Nibelungos, cuyo héroe Siegfried (Sigfried o Sigfrido) vence al dragón Fafner –custodio del tesoro de los Nibelungos–, lo que le permite convertirse en dueño de esta fortuna y bañarse en la sangre de esta criatura fantástica. Esto lo transforma en un ser invulnerable, prácticamente invencible excepto por el pequeño “punto débil” que tan bien sabrá aprovechar el traidor Hagen para vencerlo.


Los dragones en el Cristianismo
La palabra latina draco, que dio origen al vocablo “dragón”, significa “la serpiente”, por ello el Cristianismo lo ha asociado históricamente a este animal diabólico y pecaminoso.
La identificación bíblica del diablo con la serpiente originó la connotación de “mal” asociada a “dragón”. En el Libro de Job se describe al monstruo marino Leviathan con características propias del dragón, el cual es llamado “Rey de las Bestias”. En el libro de la Revelación 12:3 se describe una enorme bestia roja con siete cabezas, cuya cola barre un tercio de las estrellas del cielo sobre la Tierra. Este tema se encuentra emparentado con la caída de los ángeles.
Por último, en algunas traducciones la palabra “dragón” se utiliza para describir a la Bestia (es decir: el Diablo), mientras que en la iconografía religiosa se representan algunos santos cristianos en el acto de matar a un dragón. Ésta es una ilustración clásica de San Jorge que aparece en leyendas inglesas y aragonesas. En Italia también se representa a Santo Mercurialis, primer obispo de la ciudad de Forli, combatiendo y matando un dragón


Origen de Dragones


Los dragones fueron representados a lo largo del tiempo como grandes serpientes o reptiles que poseen cualidades mágicas o espirituales. El origen o etimología de su nombre proviene del latín: draco, draconis, y es un término que designa a un animal mitológico, aunque también se llama así a un tipo de planta, por sus flores que semejan una cabeza de dragón.
Por razones de analogía, también se denomina “dragón” a una especie de pez, a una constelación y a un cuerpo de infantería, por las dragonas o charreteras que empleaban los soldados y por los dragones pintados en su estandarte o esculpidos en sus pistolas. Dragoncillo es el nombre de un arma que escupe fuego

LOS DONES DE LA CRIATURA MITOLÓGICA

Volviendo a estos seres fantásticos, en las representaciones occidentales generalmente se los muestra con alas, cuerpo escamoso y se les asigna la capacidad de respirar o lanzar fuego.
La mitología oriental no los muestra habitualmente de esta forma. Se desconoce el origen de su aspecto físico, aunque se estima que nació espontáneamente en distintas culturas del mundo basado libremente en el aspecto de una serpiente y de un dinosaurio.
Diversas culturas alrededor del mundo los han percibido de forma diferente. Los dragones chinos y orientales los consideran benévolos, mientras que los dragones europeos suelen ser malévolos (aunque hay excepciones a estas reglas). Los dragones malignos también se encuentran en la mitología persa –por ejemplo, Azhi Dahaka– y en otras culturas.
Muchas veces, los dragones presentan una importante significación espiritual. En Oriente es venerado como símbolo de las fuerzas de la naturaleza y del universo. A menudo se los asocia con la sabiduría y la longevidad; en las leyendas coreanas, chinas y japonesas se les confiere poderes mágicos y energía sobrenatural positiva










EL LEVIATAN








El Leviatán –vocablo proveniente del nombre hebreo clásico Livyatan– era un monstruo bíblico que vivía en el mar. Es mencionado en el Antiguo Testamento: Salmo 74:13-14, Job 41 e Isaías 27:1). La palabra “leviatán” suele ser considerada sinónima de cualquier monstruo o criatura acuática de gran tamaño. En hebreo moderno, significa simplemente "ballena".
La palabra "Leviatán" aparece seis veces en la Biblia; también se menciona en el Génesis 1:21: "Dios creó un gran monstruo del mar llamado Taninim". Este nombre puede ser traducido como un monstruo del mar, un cocodrilo o una serpiente gigante. Interpretaciones del Génesis aducen que Dios creó un Leviatán masculino y otro femenino, luego mató a la hembra, la saló y se la ofreció en alimento a los justos, porque si el Leviatán se procreara el mundo no podría más que someterse ante él.

El Leviatán era un pez monstruoso creado durante el quinto día de la Génesis divina. Su historia se relaciona bastante con el “Bathra 74b” del Talmud, donde se dice que el Leviatán será muerto y su carne será servida como banquete a los justos en los tiempos que vendrán, y que su piel se utilizará para cubrir la tienda donde ocurrirá el banquete.
La Leyenda del Leviatán
Además, el Leviatán se puede interpretar también como el mar mismo. Algunos eruditos lo han entendido como una referencia bíblica metafórica de los temibles animales marinos que aterrorizaron el reino de Israel. Otros comparan la mención a Tiamat y a otros monstruos similares que representaron al mar como enemigo a los Dioses, en mitos de culturas cercanas.
La interpretación cristiana del Leviatán lo considera a menudo como un demonio o un monstruo natural asociado a Satán o al diablo. Como algunos han sostenido, es el mismo monstruo que “Rahab”, término empleado varias veces en el Antiguo Testamento para designar un poder malvado del Caos (Isaías 51:9).
Por eso, se ha creído que el Leviatán bíblico representa las fuerzas pre-existentes al caos. El Salmo 74:13-14 dice: "eras Tú quien movió el mar con su fuerza, y rompió las cabezas de los monstruos en las aguas; eras Tú quién mató al Leviatán, y lo sirvió como alimento para las criaturas de la Tierra". Y en Génesis 1:2 leemos que “la tierra era vacía y no tenía forma, la oscuridad cubría toda la superficie y entonces el espíritu de Dios emergió desde la profundidades del mar”.
Según las escrituras del Padre Sebastián Michaelis, Balberith –demonio que, se dice, poseyó a la Hermana Madeleine– le dijo al sacerdote no sólo quiénes eran los otros demonios que poseían a la monja, sino también cuáles eran los santos especiales que servirían para oponerse a ellos. Leviatán fue uno de los demonios nombrados por Balberith. Dijo, además, que su adversario era San Pedro.
Para Santo Tomas de Aquino, Leviatán es el demonio de la envidia y el primer diablo destinado a castigar a los pecadores correspondientes